A vosotros los héroes de la democracia, los que creéis que derrocasteis a un dictador sanguinario, los que os consideráis arquitectos de la democracia desde el amor y el perdón:
Disfrutáis de vuestra jubilación dándoos palmaditas en las espaldas y loores al rey, el mismo que pensais encumbrasteis ustedes y no el Generalísimo. Os regocijáis asimilando la mentira de un país reconstruido y nuevo y sin heridas que cicatrizar. Hacéis e hicisteis todo en pos del futuro, "no volver la vista atrás". Esa es vuestra consgina.
No tengo nada que agradeceros, si no más bien que reprocharos, me habeis legado una España miserable, sin memoria, e inoperante. Incapaz de enfrentarse tres décadas después a los enormes problemas de identidad que nos acucian y que con vuestra cobardía silenciasteis. ¿Cuándo será capaz España de mirarse a sí misma y descubrir que nunca fue ni será Una, Grande y Libre? A decir verdad empiezo a plantearme si sigue existiendo España. Al menos, tal y como la comprendeis vosotros.