miércoles, 26 de octubre de 2011

Conversaciones de Pub

Como en las buenas historias británicas todo comienza en un cálido pub donde los galeses se reunen día tras día para degustar con y sin moderación espesas cervezas y refrescantes sidras. Su nombre, The Halfway.
Mi buen amigo Álvaro y yo, nos habíamos dirigido allí tras un breve café con la sana intención de tomarnos algunas pintas. Y en eso estábamos cuando en el pequeño patio interior del lugar, nuestras risas y el alboroto propio de dos españoles entre cervezas, llamaron la atención del resto de parroquianos, que poco a poco fueron acercándose a nosotros contagiados de nuestro buen humor. Gente variopinta acabó compartiendo nuestra mesa y el pequeño paquete de tabaco que Álvaro había traído consigo y que ya era de dominio público. Nuestro acento ya nos había delatado como españoles, y pronto comenzó la típica retahíla de cuestiones y comentarios que un británico te puede hacer sobre España, que si Málaga o Alicante, que si dos cervezas por favor, que si el Sol y la Costa del Sol y qué demonios hacíamos en Gran Bretaña teniendo un clima tan bueno en la Península. Ante esta última pregunta siempre respondo lo mismo, la situación allí está muy jodida y el gobierno de mi país lo empeora aún más, y suelo rematar diciendo que mi país no tiene remedio. Fue entonces cuando casi de entre las sombras hizo su aparición Nigel, de aspecto rudo, corpulento y de espesas barbas rojizas. Me preguntó por qué creía eso, quería saber qué me hacía pensar que mi país no tenía solución. Mi contestación fue que 40 años de dictadura fueron demasiados y aún pesan como una losa sobre la política, la sociedad y la economía de mi país. Que España, es un país desagradecido e injusto donde la memoria hace tiempo quedó en el olvido. Nigel y yo entablamos una conversación sobre el franquismo, la represión, la República, los brigadistas internacionales, etc. Él me habló de Antonio Machado y de su triste camino en el exilio hacia Francia donde hace no demasiado fue a presentarle respetos ante su tumba, de Lorca y la fría noche en que tantos versos murieron en Alfácar, de la Batalla del Ebro y de la resistencia francesa organizada por españoles, y de muchas historias más. Joder – recapacité - este galés sabe más de la Historia de España que probablemente la mayoría de los españoles. Este pensamiento se me quedó grabado en mi cabeza, produciéndome una mezcla de honra y de tristeza. Por un lado, me llena de un extraño orgullo que alguien que ni siquiera habla nuestro idioma se interese tanto por la suerte que corrieron los perdidos y perdedores de España, pero por el otro es desolador contemplar como los que si comparten la lengua de aquellos que gritaron palabras de justicia y dolor hace ya 75 años, no oigan ese lamento lanzado desde lo más hondo de nuestra tierra e historia. Quizá este olvido forzado tenga algo que ver con la crisis social que vive nuestro país, con las protestas de ciudadanos en nuestras calles, donde al pedir más democracia, en realidad están pidiendo que se les devuelva la memoria que hace tiempo les robaron.
Nigel y yo seguimos conversando un largo rato sobre España, la situación en Europa y el movimiento político en Reino Unido entre otras menudeces, entretanto también cayó alguna que otra cerveza más, hasta que como despedida cantamos la Internacional, yo en español y él en inglés. Al fin y al cabo se llama la Internacional ¿no?

4 comentarios:

  1. guiness, lager o ale ?

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  2. Ale rica rica, pues ya k lo dices yo tengo poca idea de la historia del siglo 20 en nuestra tierra, en el instituto se lo saltaron pk no daba tiempo... alguna recomendacion de libro (no mu espeso) ? ya k me toy saturando con games of thrones...

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  3. http://iniciativadebate.files.wordpress.com/2011/10/hayalternativas.pdf

    que sepas que estuve aquí!!

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